El Día Mundial de la Amabilidad se celebra cada 13 de noviembre, y es una gran oportunidad para recordar la importancia de los pequeños actos de bondad en nuestra vida cotidiana y en la sociedad. Esta fecha fue establecida por el Movimiento Mundial de la Amabilidad (World Kindness Movement) en 1998 con el propósito de promover la empatía y la generosidad como valores fundamentales para una convivencia armoniosa. Pero, ¿qué tiene que ver la amabilidad con el proceso de contratación?
La respuesta es… MUCHO.
En el mundo de los negocios, donde el ritmo es constante y las metas son claras, la idea de “Amabilidad” puede parecer algo secundario, casi como un lujo. Pero su impacto en la cultura laboral, la productividad y la retención de colaboradores es innegable. La Amabilidad no es solo un “extra bonito”; es ese toque especial que mantiene unido al equipo, facilitando el trabajo y mejorando el ambiente.
Después de más de 30 años como líder de ventas, he visto de todo: Culturas de trabajo donde la Amabilidad es un pilar y otras donde se opta por un enfoque más duro y directo. Ambas pueden tener éxito, pero cuando las actitudes poco amables comienzan a arraigarse, se esparcen rápido y son difíciles de eliminar.
¿Por Qué la Amabilidad Marca la Diferencia en el Trabajo?
La Amabilidad en un entorno profesional va más allá de los saludos cordiales. Se expresa en la empatía, la escucha activa y los actos genuinos de apoyo. Imagina a un gerente que no solo lidera al equipo hacia el logro de metas, sino que también reconoce el estrés que implica el trabajo duro, y sorprende al equipo con donas o café como un recordatorio de que su esfuerzo es valorado.
Los estudios respaldan esto: investigaciones de la Harvard Business Review demuestran que la Amabilidad en el liderazgo se correlaciona con un mejor desempeño de equipo, menor rotación y mayor satisfacción laboral. Y un estudio de la Universidad de Oxford encontró que los colaboradores en entornos compasivos reportan mayor compromiso y lealtad.
¿Puede Haber Demasiada Amabilidad?
Sí, a veces la Amabilidad puede ir demasiado lejos.
Aunque la Amabilidad tiene muchas ventajas, existe una línea delicada. Los gerentes a veces dudan en seleccionar vendedores que parecen “demasiado amables”, preocupados de que puedan carecer de la firmeza necesaria para enfrentar situaciones difíciles. Una personalidad demasiado suave podría no manejar bien la presión de situaciones intensas, volviendo esta cualidad en algo negativo.
Por otro lado, he visto a gerentes demasiado amables que tienen dificultades para despedir a colaboradores con bajo rendimiento. Posponen la decisión una y otra vez, y eso acaba afectando al equipo en general.
La Amabilidad Comienza en el Proceso de Contratación
No puedes enseñar a alguien a ser amable. La Amabilidad es una característica que las personas tienen o no. Para hacer de la Amabilidad parte de la cultura de tu empresa, hay que integrarla en el proceso de reclutamiento.
Piensa en ello como preparar el café perfecto. Aquí te comparto algunos consejos para añadir Amabilidad a tu estrategia de contratación:
Equilibrar la Amabilidad con Otras Habilidades
La Amabilidad debería ser un ingrediente en la contratación, pero no la receta completa. Es esencial equilibrarla con habilidades técnicas, resiliencia y capacidad para manejar la presión. Mi mezcla favorita es “firme, pero justo”, con un toque de Amabilidad y una pizca de la famosa “regla de no contratar a personas conflictivas”.
Crear una cultura laboral que valore la Amabilidad puede generar un efecto positivo en cadena. Fomenta la empatía y el entendimiento en todos los niveles de la organización, desde los practicantes hasta la alta dirección. Demuestra que la Amabilidad es tan importante como los indicadores de desempeño, dejando claro que no subestimas el poder de un equipo amable.
Cómo Medir el Impacto de la Amabilidad
Una de las dificultades de la Amabilidad es que es más difícil de medir que objetivos de ventas o habilidades técnicas. Sin embargo, indicadores indirectos como la retroalimentación de colaboradores, las tasas de retención y la cohesión del equipo pueden brindar información sobre cómo la Amabilidad está permeando en tu cultura. Encuestas regulares y canales de comunicación abiertos pueden ayudarte a monitorear esta habilidad, asegurando que tu equipo no desperdicie su potencial.
Una Reflexión Final
No dejes que la naturaleza suave y amable de la Amabilidad te haga pensar que no es esencial para el éxito de tu empresa. Como el hueco en el centro de una dona, su ausencia se siente, aunque no siempre sea visible.
Así que, la próxima vez que estés revisando currículums y llevando a cabo entrevistas, recuerda añadir una pizca de Amabilidad a tus criterios de contratación. Puede que sea el ingrediente secreto que impulse a tu empresa a superar a la competencia.
¡Celebra el Día Mundial de la Amabilidad a diario! Cada día es perfecto para fortalecer las relaciones y construir la confianza con tus clientes y equipo. Te invitamos a hacer un acto de amabilidad: Agradece a un cliente leal, ayuda a un colega o escucha activamente a un prospecto. Cada gesto positivo impacta y crea vínculos sólidos. Comparte tus experiencias y conéctate con una red que valora las relaciones genuinas.
¿Estás listo para ser un líder en ventas con empatía?
¡Empieza hoy y haz la diferencia!
Coach Alberto López Fundador de Líderes en Ventas